Al observar y scoutear al sistema ofensivo de los Guerreros Jaguar del Colegio SuBiré, difícilmente pasa inadvertido su cuerpo de receptores, y, aunque actualmente existe un notorio balance entre el ataque terrestre y el aéreo, los quarterbacks de la escuadra jalisciense cuentan con múltiples y talentosos objetivos por aire.
“A través de lo que ha sido la temporada hemos demostrado que somos la unidad (de receptores) más constante y dominante en lo físico, y eso se ha visto reflejado en algunos matchups que hemos tenido en los juegos en uno contra uno, (…) físicamente nos hemos visto superiores a los demás equipos”, destacó Bruno Ávila, coach de receptores del Colegio SuBiré.
Al platicar personalmente con algunos de estos jóvenes jugadores, cada uno de ellos observa su posición desde diferentes perspectivas.
Por ejemplo, para Josué García Álvarez su rol es muy claro: “Es una posición en la que tienes demasiadas cosas que influyen sobre ti, porque cuando te lanzan un balón sientes la responsabilidad en tus manos de hacer la jugada grande, ya que todos confían en ti, (…) mucha gente piensa que nada más es correr y atrapar el balón, pero es más que eso, es cómo corres la trayectoria y cómo lees al defensivo.”
Cuando jugaba en categorías infantiles, Alfredo Guerrero del Toro nunca pensó en ser un wide receiver, y así lo relató: “Es curiosa mi historia como receptor, yo toda la vida jugué de corredor (…) y cuando llega el coach (Francisco Vázquez) a entrenarnos (me dijo) “vas a jugar de receptor porque eres alto y eres rápido”, (…) y ahí empezó todo”, señaló el estudiante de último año de preparatoria, quien se desempeña como receptor interno.
“Ser un wide receiver es ser una parte esencial de la ofensa”, afirmó con gran seguridad Minoru Murakami Acevedo. “Normalmente las (trayectorias) que más me gustan son las cortas porque soy más rápido y soy mejor en corta distancia”, indicó el jugador.
De entre todos ellos, quien menos pasa desapercibido es Alan García de Mendoza Rodríguez, y no porque sus demás compañeros carezcan de talento sino por su estatura, ya que Alan mide 1.95 metros. “Tengo la ventaja de ser alto (…) pero tengo también mis desventajas, por ser alto me pueden golpear mucho, por la espalda, por la cabeza, (…) me utilizan más para largas distancias”, dijo el joven atleta, quien suma ya 174 yardas y un touchdown en la actual temporada.
Los receptores del Colegio SuBiré son plenamente conscientes de cuáles son sus fortalezas y también de cuáles son sus áreas de oportunidad, y durante la charla con ellos lo expresaron de forma completamente honesta.
“Me siento conforme con lo que he jugado, hay un cambio muy drástico en mi juego porque la primera temporada fui líder receptor en la liga, ahorita veo las estadísticas y no salgo pero voy a salir otra vez”, señaló entusiasmado Alfredo Guerrero, a lo que añadió: “A lo mejor en la primera temporada no jugábamos contra Prepa Tec o Tec CEM, (…) ahorita ya se ve un poco más apretado por el sistema de juego de los otros equipos.”
Minoru Murakami también sabe que su participación en el terreno de juego debe ir en un plano ascendente: “Estoy un poco insatisfecho porque siento que puedo dar mucho más de lo que estoy haciendo ahorita, espero ganarme más la confianza de mis quarterbacks para que me den más el balón”, dijo.
Con sólo dos jornadas disputadas en la actual temporada 2019 categoría Juvenil “C” de CONADEIP, estos jóvenes atletas y estudiantes han cosechado ya algunas satisfacciones personales, pero esperan poder obtener aún más.
Acerca del encuentro de la semana 2, en el que los Guerreros Jaguar vencieron por 39 a 36 al Tec de Monterrey Campus Laguna, Josué García mencionó: “Estoy emocionado porque el partido (anterior) no pude hacer mucho, entonces pues fue un gran logro haber anotado dos veces en un partido y más contra el equipo que (el año pasado) nos puso dos palizas, fue como que ya sacamos la espinita, pero a lo que sigue.”
Una semana antes de ese duelo contra los universitarios de La Laguna, el Colegio SuBiré visitó a sus vecinos del Tec de Monterrey Campus Guadalajara. Así compartió Alan García de Mendoza sus recuerdos sobre ese duelo, en específico acerca de un contacto que durante esa tarde recibió en la cabeza: “Cuando me dieron el golpe sí me sentí medio mareado, pero como que la adrenalina me levantó, (…) se me olvidó el golpe y el dolor, (…) esto se juega con corazón, con dolor y con todo.”
El coacheo que reciben estos jugadores, tanto en lo físico como en lo mental, los ayuda a seguir desarrollándose para lograr sus objetivos, tal y como lo expresó Bruno Ávila, coach de receptores: “Este año a mí me han sorprendido mucho las capacidades y el desarrollo de algunos de ellos. En los años anteriores (Alan García de Mendoza) no había entendido la parte en la cual su físico hace mucha diferencia, y en esta temporada realmente lo entendió y ha visto que si se prepara pues físicamente es superior a muchos chavos, y así como él los demás (…) con otra parte, a lo mejor en su velocidad o fortaleza.”
Visiblemente emocionado por su desempeño como Guerrero Jaguar, así describió Alfredo Guerrero del Toro su papel actual dentro del equipo: “Yo creo que es una de las posiciones en donde tienes que tener un poco más de físico, de aire, porque estamos corriendo en todos los entrenamientos, estás de aquí para allá; yo creo que es de las posiciones más cansadas.”
La opinión de Alfredo coincide con la de Alan García de Mendoza, quien así definió lo que un jugador de su posición debe aportar al equipo: “El wide receiver es el chavo que tiene más condición, es el que mueve más a la ofensa porque son los que corren muchas trayectorias largas (…) y ganan demasiadas yardas.”
Al preguntarles a estos jóvenes acerca de sus jugadores de la NFL favoritos, el nombre de Antonio Brown fue el que más apareció, ya que lo consideran como uno de los deportistas más hábiles y con las mejores manos. Otros profesionales mencionados durante la charla fueron DeAndre Hopkins y Odell Beckham Jr.
Es importante destacar que dentro del cuerpo de receptores del Colegio SuBiré también se encuentran otros jugadores que poco a poco comienzan a destacar en la actual temporada; ellos son Alexis Abascal Lomelí, David Israel López Torres, Carlos Guillermo Nieves Villarreal, Rodrigo Blanco Nuño y Sergio Daniel Gutiérrez Cuéllar.
“Los chavos realmente se han comprometido en esa parte de prepararse y ser constantes y cada día ir mejorando, esa es una de las pláticas que tenemos todos los días, el cada día ser mejor y no estar cometiendo los errores del día anterior”, concluyó acerca de todos sus receptores el coach Bruno Ávila.
Para finalizar la entrevista, Alfredo Guerrero del Toro señaló con gran seguridad: “No soy un jugador que no tiene talento, lo sé lucir y lo sé aprovechar jugada a jugada, (…) es mi último año en SuBiré, tengo buenas expectativas del equipo, (…) en los tres años que llevo aquí no había visto un equipo tan preparado como éste.”
Para su siguiente desafío los Guerreros Jaguar del Colegio SuBiré no tendrán un encuentro sencillo, ya que viajarán al Estado de México para jugar ante el Tecnológico de Monterrey ubicado en esa localidad, el próximo sábado 2 de marzo en acción de la tercera semana del campeonato categoría Juvenil “C” de CONADEIP.