Una vez más los Aztecas no descansan en este verano. Durante el segundo periodo de verano que consta de 4 semanas, el equipo de fútbol americano se prepara para llegar a la temporada en óptimo estado físico. Con un balance de entrenamientos al 40% football y 60% de acondicionamiento físico. El objetivo es iniciar la temporada al tope de su preparación, esperando superar a sus contrincantes tanto en velocidad, tamaño y fuerza.

Con el objetivo de reconquistar el campeonato, los de Cholula retomaron sus entrenamientos en el gimnasio, donde se busca aumentar la fuerza y el tamaño del equipo para cumplir el objetivo deseado combinándolos con sesiones en el emparrillado, donde se trabaja la velocidad y agilidad, pieza fundamental en el éxito de los de verde.

Para lograr estos objetivos, se hace una combinación de entrenamientos para mejorar velocidad y agilidad en el campo, así como las sesiones de gimnasio para desarrollar la fuerza y explosividad, tres veces a la semana, teniendo un balance entre la preparación física y la instalación de sistemas defensivos y ofensivos.

En la parte de football se busca la eficacia en cada repetición, poniendo atención en cada detalle, cada técnica, la mejor ejecución de las asignaciones. Son prácticas sin contacto, sin tackleo, pero a máxima velocidad. “El objetivo es instalar y practicar nuestros sistemas, cuidando la integridad de cada uno de nuestros jugadores, buscamos ser lo más eficientes sin tener contacto o tackleo, lo cual nos ha dado muy buenos resultados estos años” comenta el coach Oscar Sánchez, responsable de la línea ofensiva de la tribu de Cholula. Las juntas de video con los jugadores se convierten en parte fundamental del desarrollo de cada uno de los integrantes del equipo, mejorando su técnica y fundamentos.

También, en este periodo, es cuando se integran algunos de los nuevos reclutas a los entrenamientos y más importante, se les enseña la filosofía del programa, comenzando por el Quest for Greatness, que es el pilar en el cual se rige la tribu verde. También se les integra a la vida universitaria con el programa de Big Brothers en donde un jugador de segundo o tercer año es responsable por el nuevo integrante en explicarle todos los procesos de la universidad y del equipo. Cosas básicas como indicarle dónde son los edificios en los que tomará clases, los horarios del comedor, las expectativas en los entrenamientos, donde tomar asesorías, etc. “A cada nuevo integrante se le entrega laminado su Quest for Greatness, su ropa del equipo y se le asigna su big brother para que le explique cómo tener éxito en nuestro programa”, nos platica el coach Héctor Palacios coordinador de reclutamiento de Aztecas.

En el gimnasio cada semana se cambian el número de repeticiones y se aumenta el peso, todo esto basado en el plan que el coach José Manuel Garduño, coordinador de fuerza y acondicionamiento de los Aztecas llevando año con año al punto óptimo a cada jugador. “Es muy importante cuidar las cargas en cada etapa, no queremos sobrecargarlos, si no desarrollar atletas más grandes, más fuertes y más explosivos” mencionó el coach Jose Manuel.

Al final de esta etapa, se realizarán las últimas pruebas físicas y así, evaluar si se cumplió el programa de manera óptima.

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